Este miércoles se cumplen 15 días de
paralización de los trabajadores y trabajadoras de Homecenter Sodimac, tras
comenzar el 9 de noviembre una masiva huelga nacional por mejoras laborales y
salariales. La movilización, que tiene presencia en 38 de sus tiendas en todo
el país, ha convocado a miles de personas en sus diversas actividades y
manifestaciones públicas, al mismo tiempo de recibir el apoyo de diversas
organizaciones y representantes del mundo social.

“Consideramos una obligación el
exigir, una vez más, que la televisión chilena, y particularmente el canal
público, recojan los anhelos y visibilicen a ciertos sectores de la sociedad,
como son los trabajadores movilizados, quienes desgraciadamente vuelven a ser
invisibilizados, pese a la multitudinaria presencia que han conseguido estos
días para exigir sus derechos conculcados”, expresó Javiera Olivares,
presidenta del Colegio de Periodistas de Chile.
Según la dirigenta, este veto de los
medios a las movilizaciones ciudadanas solo provoca que preguntarse sobre qué
tanta incidencia tienen las grandes marcas y holdings en las pautas de los
noticieros de televisión, que muchas veces resultan ser los mismos que
auspician con grandes cantidades de dineros a los distintas estaciones. “Una de
las formas más preocupantes y graves en las que evidencia la falta de
pluralismo en la televisión chilena es por omisión. Se ignoran actores sociales
y porciones de la población, simplemente porque a determinados avisadores no
les gustan o los directivos de algunos canales quieren obviar estas posiciones
que muchas veces son críticas del orden y están relacionadas con movilizaciones
sociales. Hoy es la huelga de Homecenter, antes fue la paralización de algún
banco, las grandes marchas estudiantiles o ambientalistas del 2010 y 2011 o las
demandas del pueblo mapuche, que han sido
ampliamente obviadas y estereotipadas ”, puntualizó Olivares.
Es por eso que para la presidenta de
los periodistas, el llamado es a la responsabilidad ética: “Como periodistas
organizados tenemos la responsabilidad básica de denunciar estos cercos
mediáticos que se generan en un país con una gran concentración de la propiedad
de los medios frente a fenómenos sociales que simplemente se ignoran porque no
son ‘rentables’ para el mercado”.