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Las dictaduras militares sudamericanas querían aplacar a toda costa cualquier acción relativa al comunismo. La llamada ‘Doctrina de Seguridad Nacional’ hablaba de un enemigo interno que debía ser derrotado a como dé lugar.
En ese contexto, y en el marco de los 40 años de la Operación Cóndor, donde las dictaduras sudamericanas se intercambiaron información para perseguir, torturar y desaparecer a opositores de estos regímenes, la Escuela de Periodismo en conjunto con la Comisión de DD.HH. del Colegio de Periodistas, el Comité Ético Contra la Tortura, el Observatorio por el Cierre de la Escuela de las Américas y el Colectivo 119, que agrupa a familiares de víctimas de esta operación, realizaron un foro relativo a medios de prensa y derechos humanos.
La actividad contó con la participación del Premio Nobel Alternativo de la Paz, Martín Almada, quien lidera en Paraguay –su país natal, las investigaciones ligadas a esclarecer los crímenes de lesa humanidad perpetrados por la dictadura de Alfredo Stroessner. En su intervención comentó como ha sido su lucha tras descubrir en 1992 archivos de la policía paraguaya.
“Mi tragedia comenzó en Chile, me siguieron y me metieron a una camioneta y comenzaron las torturas. El primero que me torturó fue el Coronel Jorge Oteíza (de la Fuerza Aérea). En todos estos años he querido saber cómo murió mi esposa y por qué me torturaban militares extranjeros en mi país”, contó Almada, quien está a cargo del archivo hallado en 1992.
Añade que “este era un Cóndor bastante grande. El cerebro de esta operación era Henry Kissinger. (Augusto) Pinochet se encargaba de la limpieza anticomunista en América Latina, mientras que (Hugo) Banzer hacía esa limpieza en la iglesia”.
“El Cóndor sigue volando. Seguimos siendo vigilados cuarenta años después (…) en los países donde el comunismo perdió tuvo acciones más lentas. Pero en los otros, como Chile, Argentina, Uruguay, la acción fue brutal. Dejó de ser una acción propia del MERCOSUR y pasó a ser casi global”, manifestó Almada.
También expuso Roberto Dorival, del Colectivo 119, quien comentó que “el Cóndor tiene sus genes en la naturaleza de las fuerzas armadas, tras la intervención estadounidense, con la Escuela de las Américas. El Cóndor es una reingeniería de las FFAA., donde era necesario coartar cualquier forma de organización social y responde fielmente a la defensa de ciertos sectores económicos”, añadiendo que debe rescatarse la ética profesional dentro de muchas organizaciones.
Por último, el director de la Escuela de Periodismo, Rodolfo Arenas, realizó un tránsito desde cómo el periodismo abordó este caso desde su génesis. Mediante recopilación de material de prensa, cronológicamente fue contando cómo se fue dando esta labor de encubrimiento con notas de medios.
“Faltaron a los cuatro grandes principios de la ética periodística: la veracidad del hecho, la no discriminación, la información fundamentada y la no manipulación de los hechos”, destacando que en nuestro país, esta orden profesional ha sido la única que ha pedido disculpas públicas y expulsado al dueño de tres de los cinco diarios más leídos a nivel nacional.
La actividad fue moderada por el docente de la Escuela de Periodismo, primer vice-presidente del Colegio de Periodistas y coordinador de la comisión de Derechos Humanos de la orden, el periodista Patricio Martínez.
Autor: Pablo Ruiz, integrante de la Comisión de Derechos Humanos del Colegio de Periodistas
