Por Oriana Zorrilla, octubre de 2022
Desde que conversamos el último domingo antes que la muerte te atrapara, he pensado en cómo enfrentaríamos tu ausencia, qué hacer cuándo necesitáramos un consejo para enfrentar situaciones periodísticas, escuchar de ti alguna anécdota, algún recuerdo o una opinión política.
Me es imposible separarte de María Matilde Armengol, tu compañera, desde aquel viaje en un barco espectacular y alocado que llevaba a cientos de jóvenes a un Festival Mundial en la vieja Europa. Siempre presentí que no la sobrevivirías mucho tiempo porque esa conexión mágica, que pocos logran en sus vidas de pareja te impediría seguir viviendo sin ella.
Intuyo que para muchos de nosotros, amigos y colegas, tu partida será un dolor interminable.
Enrique Martini, ejerció el periodismo por más de 60 años, desde 1954 “al descubrir que su verdadera vocación no estaba en los códigos del Derecho, como pensaba, sino en el mundo de la noticia”.
En aquel tiempo se integró al trabajo del diario El Siglo junto a una generación de periodistas autodidactas, dirigentes obreros, escritores, profesionales de otras carreras.
Lo hizo con la disposición de contribuir a un periodismo responsable, ético, constructivo, de calidad. Una labor apasionada, plena de anécdotas y vivencias profundas, no exenta de momentos dramáticos en tiempos de persecuciones y clandestinidades.
Enrique Martini -bajo la dirección del periodista de oficio y brillante ingeniero, Roberto Landaeta- junto a otros jóvenes como Raúl Iturra Falka, José Miguel Varas, Hernán Uribe, Manuel Cabieses y a Elmo Catalán, legendario acompañante del Che Guevara y a quien también conoció personalmente. Todos cumplieron roles reporteriles, como redactores, maestros y hacedores de periodismo de excelencia. También fue reportero en La Moneda y del sector político del vespertino Última Hora y, además, Jefe de Comunicaciones de la Corporación de Fomento de la Producción (CORFO) hasta 1973, cuando la institucionalidad del país fue interrumpida por el Golpe Estado.
Durante la dictadura fue un valiente corresponsal extranjero de la agencia CTK e Inter Press Service. Tarea que le permitía realizar una importante contribución en la defensa de la libertad de expresión, de los derechos humanos.
En el plano gremial, Enrique Martini jugó un rol importante como fundador del sindicato de periodistas radiales junto a Gladys Díaz y Manuel Cabieses; como también fue un activo integrante del Directorio del Círculo de Periodistas de Santiago, dirigente del Consejo Metropolitano y el Consejo Nacional del Colegio de Periodistas de Chile y de la Organización Internacional de Periodistas (OIP).
Brillante y sencillo este periodista de “los viejos tercios” siempre estuvo disponible para dar todas las batallas, desde aquellas más simples hasta las más arriesgadas. Así lo hizo como académico durante varios años en la Escuela de Periodismo de la Universidad de Humanismo Cristiano donde fatigaba para que sus estudiantes leyeran, reportearan, analizaran y entendieran que sin estos elementos no existe el periodismo de verdad.
Fue coautor de los libros “Mi 11 de Septiembre” y “Corresponsales bajo Dictadura” y activo participante de “la Mesa de don Camilo” donde hará falta su conversación amena, irónica, sus opiniones lapidarias del periodismo actual y donde se ganó el título de Decano.
En agosto recién pasado el Circulo de Periodistas Juan Emilio Pacull y El Siglo, en dos ceremonias emocionantes homenajearon una vida tan plena, sensible y apasionada por el periodismo.
Decano para las y los periodistas, papá de Camilo, Florencia y Gabriela, amigo indispensable para tantos, Enrique Martini enriquecía nuestras vidas y él lo hacía con las nuestras, tal vez por eso, nos seguiremos preguntando cómo podremos enfrentar la vida sin su presencia.